Comida de cumpleaños en El Urogallo de Majadahonda
Hemos vuelto al Urogallo de Majadahonda.
Reservó Cruz dos días antes, con el fin de celebrar su cumpleaños. Estaba lleno y lo único que le ofrecieron fue en la terraza cubierta.
Parece que no tenemos suerte. Las dos veces que hemos estado ahí hemos pasado algo de frío, la primera vez porque la mesa estaba cerca de una puerta y ahora porque la mesa estaba pegada a la lona que cierra la terraza y entraba algo de fresco y además no había un calefactor cerca.
Con respecto a la comida, abundante como siempre.
Esta vez, sin embargo, elegimos mal los segundos.
La merluza rellnea de centollo con salsa de langostinos ¡era rebozada!
Yo pedí un solomillo El Urogallo que venía con un pequeño hojaldre, salsa de oporto y foie de pato. No estaba mal pero tenía mucha sal, sobre todo esparcida por el plato y en las patatas (las cuales no me comí)
El tiramisú que tanto nos gustó la vez anterior, esta vez se merece un suspenso.
La cuenta fue también un poco más cara que la vez anterior. Subidas en el postre y en el pan.




