Restaurante Oriola

Habíamos quedado con Luis y Carmen después de casi 4 años sin vernos.

Elegimos este restaurante ya que queríamos comer paella. Está en la carretera de Barcelona, al lado del Brasero de Don Pedro. Nunca había estado pero lo conocía de verlo durante años al ir a trabajar a San Fernando de Henares.

Pedimos unos entrantes (escasos pero no por el restaurante sino porque teníamos que haber pedido más). Unos mejillones al vapor y unas sardinas (dos lomitos) ahumadas sobre cama de salmorejo.

De principal pedimos dos arroces, uno negro y uno de marisco de tal modo que en cada plato nos echaron la mitad de cada uno.

El de marisco un poco salado (se me olvidó pedir poca sal), el negro no sabía a nada.

En cuanto a cantidades, claro, al pedir dos arroces para cuatro, al final echan de menos. Habría que haber pedido un solo tipo de arroz y hubiésemos tocado a más a juzgar por lo que veíamos pasar para otras mesas.

De postres una tarta de galleta para Luis, un tiramisú para mi y un sorbete de limón al cava para Carmen. Todo es casero. La tarta de galleta no sabía a nada, el tiramisú no estaba mal, pero ni punto de comparación con el de casa Julia en Gandía. El sorbete Carmen no se lo tomó por que decía que estaba helado. Es lo que tienen los sorbetes.

En general, bien pero para volver pidiendo con más cabeza.

  • 13 de octubre de 2023